miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Es bueno entrenar si estamos resfriados?


  Nos guste o no, los resfriados y las gripes siempre están a la vuelta de la esquina, y nadie se salva de agarrarse una de ellas.
  Tu entrenamiento va muy bien, has construido una base sólida y de repente sucede, te despiertas una mañana con picazón en la garganta, dolores de cabeza, tos y te sientes como si te hubiera arrollado un camión. ¿Se trata de un resfriado? ¿De una gripe?
  Te has entrenado duro, y no quieres retrasarte con tu rutina, entonces ¿qué hacer?
Primero saber que siempre es mejor saltearse una sesión de ejercicios cuando no te sientes bien antes que arriesgarse a ponerse peor. Si los síntomas son por encima del cuello (una congestión nasal, o una garganta que pica sin fiebre) está bien completar una sesión corta a baja intensidad.
  Si comienzas a ejercitarte y te sientes bien, sigue haciéndolo a una intensidad reducida, y ni te sientas tentado a hacerlo más duro. Si comienzas a hacer ejercicio y las cosas no están yendo bien, da media vuelta, ve a tu casa y déjalo para otro día.
  Si tus síntomas son peores que los indicadores típicos de un resfriado, tales como congestión en el pecho, fiebre, escalofríos, dolores musculares y malestar general, no deberías siquiera pensar en hacer ejercicio. Tal vez sean signos de una infección o del virus de la gripe, y ejercitarse sólo puede empeorar las cosas y retrasar la recuperación.


 El descanso completo debería ser lo más importante hasta que estos síntomas se hayan ido. Una vez que recuperes esa sensación de “normalidad”, en general se sugiere que por cada día de enfermedad completes dos días de entrenamiento de baja intensidad. Hacer esto es algo que a muchos de los que hemos pasado por una gripe fuerte no nos agrada en absoluto, pero tal vez debas ajustar tus esquemas de entrenamiento y “hacerlo fácil” por unos días.
  Por último, recuerda que hacer ejercicio resfriado o engripado no beneficia para nada tu entrenamiento y puede llevar a enfermedades más serias, retrasándote aún más y posiblemente terminando con toda tu temporada. sé listo, escucha a tu cuerpo y descansa cuando lo necesites. Antes de que lo pienses estarás otra vez en camino.



CÔRPORE Centro de Entrenamiento Personalizado
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miércoles, 23 de mayo de 2012

¿Cómo afecta la contaminación a las personas que practican ejercico físico al aire libre?


  En los últimos años ha aumentado la polución en nuestras ciudades. Se nota que el ambiente está cargado y es difícil respirar el aire que nos rodea, una situación que se hace difícil de llevar sobre todo si practicamos ejercicio.
  Los perjuicios que produce en nuestro cuerpo respirar polución son muchos, especialmente si realizamos ejercicio en zonas contaminadas, ya que la calidad del aire no es la misma que si fuera más puro. Es por esto que debemos tener mucho cuidado a la hora de realizar actividades físicas al aire libre, pues antes tenemos que saber dónde y cómo deben hacerse.
  El aire está formado por oxígeno, dióxido de carbono y otro tipo e partículas que están en suspensión en la atmósfera, como pueden ser el polvo, el polen… Cuando hay un exceso de contaminación la calidad del aire disminuye, pues las concentraciones de toxinas derivadas de la combustión son mayores. La mayoría de éstas suelen estar producidas por los medios de transporte al expulsarlas cuando se realiza la combustión de los carburantes.
  A través de esta combustión entran a formar parte del aire toxinas que acaban siendo perjudiciales para nuestro organismo. Este efecto se acentúa más cuando realizamos deporte, ya que consumimos un 20% más de aire que de costumbre. Es por esto que el efecto nocivo de estas sustancias se multiplica y con ello la formación de radicales libres que afectan a nuestra salud.
  El sistema respiratorio y el sistema cardiovascular serán los principales afectados por este exceso de contaminación, y es que nuestros pulmones se verán forzados a filtrar un aire en malas condiciones deteriorándose poco a poco por la acumulación de metales pesados contenidos en la atmósfera. Este proceso puede derivar en enfermedades como bronquitis crónica, edema pulmonar, cáncer…
  Con la contaminación nuestra circulación se ralentiza y no es tan fluida como debería. Esto puede causar trastornos en nuestro sistema cardiovascular como mala circulación, debilidad de las arterias y del corazón, pudiendo sufrir a largo plazo infarto o cualquier otro tipo de enfermedad cardiaca.
  Es recomendable no practicar deporte al aire libre durante las horas del día, ya que la contaminación es mayor por la gran afluencia de vehículos. Si no nos queda más remedio lo ideal es llevar a cabo la actividad en un parque o zona verde donde el aire esté depurado por los árboles. En los parques normalmente la concentración de oxígeno es mayor que en el resto de los lugares.
  Lo que sí es cierto que los momentos ideales para realizar el ejercicio son al amanecer y por la noche, pues los niveles de contaminación han disminuido considerablemente, aunque si tenemos la posibilidad lo mejor es alejarnos de la ciudad y realizar la actividad deportiva en pleno campo, pues nuestra salud nos lo agradecerá.



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miércoles, 16 de mayo de 2012

Cuerpo a punto para el verano. Quemar más grasa con la caminata y la carrera lenta.

  El verano está a la vuelta de la esquina y cada vez somos más los que nos ponemos manos a la obra para conseguir llegar a esa época del año sin los kilos que nos sobran y que nos afean nuestra imagen corporal. Pero a nuestra contra tenemos el tiempo, ya que debemos buscar una actividad que nos garantice perder peso de manera relativamente rápida. Lo ideal es realizar ejercicio aeróbico, pero con unas características propias.


  En este post lo que vamos a recomendar es la realización de dos tipos de actividades aeróbicas encaminadas a quemar la mayor cantidad de grasa del organismo en el menos tiempo posible. Se trata de realizar caminata de manera rápida o carrera de manera más lenta. Es lo que se conoce en el entorno deportivo como actividad quema grasa, y es que tiene una serie de cualidades que no debemos pasar por alto y que nos serán de gran ayuda a la hora de conseguir quitarnos de encima esos kilos de más.

  Es cierto que a la hora de perder peso siempre nos ayudamos de una dieta sana y equilibrada, peroel ejercicio debe ser parte principal de este proceso de adelgazamiento. Para ello siempre se ha destacado la carrera como una de las mejores actividades para mantener la línea. Pero nosotros vamos a ahondar más y matizar para que consigamos nuestras metas en un tiempo record de cara a lucir un cuerpo envidiable en verano.



En primer lugar nos vamos a detener en la caminata.
  La caminata es una modalidad de ejercicio aeróbico. A la hora de perder peso puede ser un buen aliado, ya que si la realizamos de manera rápida conseguiremos quemar más cantidad de calorías. La clave de esto está en que ponemos a trabajar todo el tren inferior de nuestro cuerpo y parte del superior. Las piernas están formadas por músculos grandes que requieren una gran cantidad de sangre para funcionar, y de ahí que nuestra circulación se acelere al máximo, acelerando así el metabolismo.

  La quema de grasas en esta actividad será elevada, debido en gran parte a este aceleramiento del metabolismo y a que al tratarse de un ejercicio de una intensidad moderada, podemos prolongarlo en el tiempo durante más rato, lo que nos ayudará a quemar las reservas de glucosa del cuerpo, y con ello echar mano de las reservas de grasa que utilizaremos para conseguir la energía necesaria para realizar el ejercicio.


Como segunda alternativa destacaremos la carrera lenta.
  Esta manera de realizar esta actividad tiene muchas similitudes con la caminata rápida, y es que la finalidad es quemar el mayor número posible de calorías y acabar así con parte de las reservas de grasa del organismo. Lo mismo que sucede con la caminata rápida, la carrera lenta es un ejercicio que nos permite realizar esta actividad durante mucho tiempo consecutivo, ya que es de intensidad moderada.

  Al mantener durante un tiempo la actividad, lo que conseguiremos será quemar más cantidad de grasas, ya que la demanda de energía por parte del cuerpo será constante, y al tratarse de una actividad moderada, no es necesario que el aporte energético sea rápido, sino que el organismo puede seguir el proceso de obtención de energía a través de la grasa que hay en el cuerpo.

  A pesar de todo nosotros recomendamos ambas actividades que realizaremos durante cuarenta y cinco minutos como mínimo. Es necesario que por lo menos dediquemos tres jornadas a la semana y que alternemos ambas para conseguir llegar al verano con un cuerpo en perfecto estado.



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miércoles, 9 de mayo de 2012

10 consejos para arrancar bien con el día


  Hay personas que tardan una eternidad en despertar y dos horas después de haber empezado con su día laboral aún siguen bostezando y sintiendo los ojos pesados. Para que no te sientas dormido toda la mañana, sigue estos sencillos pasos que te harán entrar en tus cinco sentidos antes salir de casa.

Sal de la cama
  El reloj despertador debe sacarte de la cama. No lo coloques en un sitio que puedas alcanzar sin salirte de la cama, o caerás en la trampa de los '5 minutitos más' –porque eso generalmente te lleva a quedarte dormido un hora más, y para evitar llegar tarde al trabajo corres y arruinas toda tu mañana. Mejor levántate para desactivar la alarma y prepárate para arrancar tu día.

Abre la ventana
  Corre las cortinas y deja entrar la luz del día a tu habitación –o el ambiente tipo cueva sólo te provocará más sueño– y abre la ventana para sentir el aire fresco en tu rostro. Estos dos estímulos son una gran manera de empezar el día.

Parpadea
  Frotarse los ojos no es buena idea –además de arrugarte puedes lesionar seriamente la retina. Parpadear te ayudará a despegar las pestañas y a hacer que tu cerebro se active. Además, este movimiento ayuda a combatir las arrugas y bolsas en los ojos.

Toma agua
  Deja un vaso o una botellita de agua en tu habitación desde la noche anterior, para que puedas tomarlo en cuanto abras los ojos. Tu boca se refrescará y el ligero cambio de temperatura corporal te ayudará a salir del letargo.

Despídete de la almohada
  Si quieres pasar más tiempo en la cama, tienes que evitar quedarte recostado. Acomódate en una posición en la quedes sentado si quieres ver un poco de televisión. Las noticias o un canal de videos musicales son una buena opción para despertar, porque ayudan a que tu cerebro se concentre en algo y no se quede dormido de nuevo.

Muévete
  Ya sea que te quedes un rato más en la cama o que ya te prepares para salir de tu habitación, estira y comienza a mover los músculos de tus piernas, brazos y cuello. No querrás meterte a la ducha estando tieso como zombie.

Intercambia amor
  Si tienes compañía en la cama, ¡sácale provecho! Acariciarse el cabello, darse masajitos, hacerse reír y repartir besos antes de salir de la cama te llenarán de energía y buen humor.

  Y si tienes hijos, haz un poco de lo mismo. Ya sea que los dejes entrar un momento a tu cama o tú te cueles en la suya, pero la idea es hacerles cariños, besarlos, y alegrarse mutuamente la mañana.

Dedícale 10 minutos a tu mascota
  Sí, todo mundo tiene prisa en la mañana, pero esto no es pretexto para achuchar –y dejarte achuchar– por tu fiel compañero. Siéntate a acariciar y/o cepillar a tu perro o gato, y así, antes de estresarte por cualquier cosa, pasarás un buen momento en las mañanas. Sus lenguetazos o ronroneos te harán esbozar una de las primeras sonrisas del día.

Goza tu ducha
  Para seguir trazando tu buen humor, tienes que disfrutar este momento vigorizante. Sentir el agua caliente en todo tu cuerpo–o fría, si eso te hace sentir bien–, debe ser uno de tus momentos favoritos del día. Por eso elige un jabón, champú y esponja que te hagan sentir acariciado y que estimulen tus sentidos. Además, endulza tu ducha con un poco de música. De esta manera harás que tu cerebro trabaje sin comenzar a pensar en tus pendientes del día.

Come una fruta
  Seguramente has escuchado una y otra vez que el desayuno es el alimento más importante del día. Pues así es, así que no lo eches en saco roto. Siéntate un momento para comerte una rebanada de melón con yogurt, o mastica tranquilamente una manzana. Esa primera dosis de azúcar le vendrá de maravilla a tu organismo. Si no tienes tiempo de desayunar algo más antes de salir de casa, asegúrate de llevar en tu bolso unas galletas de avena o un puñado de nueces para acompañar y hacer más reconfortante el café que te tomes al llegar a tu oficina.

  Aunque todo esto te parezca un gran esfuerzo, ponlo a prueba y verás que vale la pena. Despertar cada mañana no tiene que ser un martirio, porque el día es muy largo como para pasarlo de mal humor.


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