miércoles, 6 de marzo de 2013

Los tipos de respiración


  Conocer los distintos tipos de respiración puede ser muy útil para controlar muchos aspectos de nuestro ser y de nuestro cuerpo, como las emociones o las sensaciones. Hoy, basándonos en algunos artículos de profesionales, os queremos hablar un poquito de las distintas formas de respirar.

  Básicamente, existen tres maneras de realizar la respiración:

-Respiración clavicular. Es la forma más superficial de respiración. Entra poco aire, aunque el esfuerzo que se hace al realizarla no es pequeño.
  Está asociada al estrés y se realiza en la parte superior del cuerpo, justo debajo de la garganta.
  Así respiramos inconscientemente, cuando tenemos ansiedad o vamos deprisa, cuando estamos nerviosos o asustados y, las embarazadas, cuando ya están muy avanzadas. 

-Respiración torácica. También es un tipo de respiración incompleta, aunque hay que conocerla y controlarla, ya que puede ser útil en ocasiones.

  En la inspiración, se dilata el tórax y el pecho se levanta, y al expirar, las costillas se juntan de nuevo y el pecho baja. Hacer esto varias veces, hasta notar cómo la caja se expande y se encoje según esté entrando o saliendo el aire.
  Cuanto más haces este ejercicio, más capacidad vas adquiriendo. Al entrar más oxígeno, aumentarás tu capacidad pulmonar. El oxígeno enriquece la sangre, que es la que alimenta nuestras células, y es como tomarse cada día un potentísimo complemento vitamínico.

  Si tumbada, pones un libro sobre tu pecho y realizas este tipo de respiración, verás al libro subir y bajar.

-Respiración abdominal. Es la más profunda de las tres, ya que consiste en transportar aire a la parte más baja y más amplia de los pulmones.
  La respiración es lenta y profunda e interviene el diafragma, por eso también se llama respiración diafragmática.
  Si se hace correctamente, se efectúa una purificación total del organismo, elimina la tensión y calma la ansiedad. 
  Lo óptimo es hacerlo tumbado boca arriba. Cuando se inspira, se llena de aire la parte baja de los pulmones, desplazando el diafragma hacia abajo y provocando que el vientre salga hacia fuera. Se nota porque el abdomen se hincha.
  La inspiración debe ser lenta y silenciosa. Concentrándose en el abdomen.
  El pecho no se mueve y, durante la espiración abdominal, el diafragma sube. Ponte una mano encima del ombligo cuando estés tumbada y lo notarás.

  Es muy importante aprender a conocer y controlar estos tres tipos de respiraciones para conseguir buenos resultados por ejemplo, al practicar ejercicio físico, o para concentrarnos o relajarnos en determinadas situaciones. ¡Incluso, si las dominas bien, notarás cómo las inoportunas ronqueras que puedas sufrir a veces disminuyen!.
Un último consejo: si eres consciente de que "algo falla" en tu forma de respirar, de que te fatigas, te pones ronca a menudo, hablas demasiado rápido, te mareas al realizar esfuerzos....busca la opinión de un experto: logopeda, otorrino.....¡Ellos te podrán ayudar a "aprender a respirar", que es algo que agradecerás de por vida!

(Artículo basado en el publicado en la revista Marie Claire “cómo influye la respiración en tu belleza”)



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